Todas las cosas son mudables. La tendencia hacia la nada es implacable y
universal. Incluso cosas que tienen todas las características de la sustancia
–cosas que son duras, inertes, sólidas- no ofrecen más que una “ilusión” de
permanencia. Podemos cerrar los ojos, utilizar argucias para olvidar, ignorar o
fingir, pero finalmente todo acaba en la nada. Todo se gasta. Los planetas y
las estrellas, e incluso las cosas intangibles como la reputación, la herencia
familiar, la memoria histórica, los teoremas científicos, las pruebas
matemáticas, las bellas artes y la literatura (incluso en su forma digital): a
la larga, todos se desvanecen en el olvido y la no existencia
Leonard
Koren
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