El sábado por la tarde hacía mucho frío, estaba todo negro,
a punto de llover y Suzuki estaba trabajando en la mesa de Megumi. Me dí la
vuelta y le pregunté por el término "Wabi-sabi". El vino a mi mesa y
me dijo que había hecho un cuenco muy bonito. Apagó las luces del taller (su
taller es todo de madera, incluido el techo, y las ventanas son de papel) y mi
cuenco se veía entre la sombra y la luz, diferente........
Suzuki, me hace dibujos en papel cuando hago algo que no
está bien de los cuencos, siempre me está regañando (incluso por un milímetro),
pero también es verdad que cuando lo encuentra bien, me felicita y me trae un
libro que tiene y me dice igualito que éste. Yo le digo: "Si el Wabi-sabi,
entre otras cosas, es no pensar mucho y no hacer las cosas perfectas, ¿Porqué
me dices que no me puedo equivocar ni por un milímetro?" Me sonrió, movió
suavemente la cabeza y se fué.
1 comentario:
Hola! Encarna
es espectacular la experiencia que estas teniendo.....va mas allá de la cerámica...un gran beso :-)
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