Cursos de verano 2013





 VERANO 2013

CURSOS DE HIKIDHASI / SACAR AL ROJO EN LA CERAMICA UTILITARIA
                                                   
FECHAS
Del lunes 1 de julio al viernes 5 de julio 
Del lunes 15 de julio al viernes 19 de julio
Del lunes 29 de julio al viernes 3 de agosto
Del lunes 19 de agosto al viernes 24 de agosto
PROGRAMACION DEL CURSO
TEMARIO
Lunes y martes: se trabajará en el taller todo el día, cada participante realizará las piezas que quiera. 
Miércoles: se pondrá el horno para bizcochar las piezas.  Elaboración de los esmaltes de hikidaski en baja temperatura y explicación de las reservas. Se harán las paletas de colores  y se harán pruebas de esmaltes en el horno de raku.
Jueves y viernes: el jueves durante todo el día y el viernes por la mañana se harán las cocciones.

Los cursos son de plazas limitadas, máximo dos personas
El curso incluye los materiales, las cocciones, la habitación y la pensión completa
La entrada será el domingo por la tarde y el curso finalizara el viernes a las 12.00
El precio por participante es de 500€ todo incluido.
Para más información y reservas mandar un mail a mi dirección y os contestare lo antes posible.
solerperis@gmail.com


SACAR AL ROJO / HIKIDASHI 
El sacar una muestra del horno –al rojo– ha sido una práctica habitual en la alfarería tradicional, para comprobar la evolución del vidriado. Como medio de producción, sin embargo, este procedimiento de «sacar el rojo» nos conduce a Japón; una «acción» que allí se denomina hikidashi (cajón), y que ha trascendido al mundo occidental –desde los escritos de Bernard Leach– a través del conocimiento de las prestigiosas cerámicas Raku.
Hikidashi (sacar al rojo) es bastante más que una técnica, es una acción, un método, y también un modo de entender la cerámica; supone –empleando las palabras de Leach– «Un retorno consciente al directo y primitivo tratamiento de la arcilla», desde una reflexión que, sin duda, ha ampliado las fronteras del Arte.
Bajo esta perspectiva podemos distinguir dos corrientes principales que alimentan el interés de los ceramistas contemporáneos, esto es, que sirven como punto de apoyo y fuente de inspiración:
Raku tenemos presente la genuina cerámica Raku, una familia de ceramistas cuya herencia permanece viva en su actual sucesor: Kichizaemon Raku XV (Kioto, 1949). Los ceramistas Raku, desde el siglo XVI, ininterrumpidamente, han realizado –a mano– utensilios para la ceremonia del té (chanoyu), bajo la filosofía zen: preparando la arcilla para las generaciones venideras, elaborando sus propios esmaltes, recogiendo y preservando la tradición y al mismo tiempo afrontando el reto de incorporar un avance, el tiempo que le toca vivir. El alfarero Raku busca en el “cuenco” la simplicidad de la forma, el pensamiento universal hacia la Verdad. «Se impone las limitaciones de la taza, en beneficio del encuentro con la quinta esencia del ideal de la forma, que permanece cuando la expresión ha sido despojada de lo personal» –en palabras de Raku XV, Kichizaemon– «Vivir con esa contradicción es un dilema que se les deja a todos los maestros de las generaciones sucesivas, para que ahonden en su expresión pero bajo una estética de auto-control». De este modo, cada pieza de la genuina cerámica Raku se cuece de modo individual en hornos especiales para ello: una sola taza para el Raku Negro (alta temperatura), dos tazas en el caso del Raku Rojo (baja temperatura); se extraen, en ambos casos, las piezas «al rojo» con largas tenazas, para dejarlas enfriar fuera del horno en oxidación.
Cerámica occidental de baja temperatura inspirada en el Raku japonés, la referencia pone su mirada en Occidente con cuya práctica alcanzó popularidad iniciados los años sesenta del siglo XX, cuando el ceramista americano Paul Soldner, estimulado por la lectura del «Manual del Alfarero» (A potter’s book, Bernard Leach 1940) comenzó a experimentar con cocciones de baja temperatura: extrayendo las piezas incandescentes (al “rojo vivo” del horno) para posteriormente someterlas a diversos tratamientos con humo. Desde entonces se le atribuye a Soldner la paternidad de lo que se conoce como «rakú americano», pues aunque no fue el único en ese momento si fue quien más éxito tuvo en su difusión, al compartir sus experimentos: tratamientos posteriores a la cocción y efectuados en caliente –reducciones fuera del horno (con viruta, papeles, hojas, etc). Soldner consiguió interesantes efectos con el cobre fugitivo enfriando las piezas con agua, y aplicando sales en baja…. que, sin duda, inició un camino de libertad cuyo testigo han recogido y desarrollado otros artistas-ceramistas, como se manifiesta en la personalidad de su trabajo, p. ej., en una amplia diversidad de craquelados, en el control del humo revelado en la suavidad de la terra sigillata, etc. Esta nueva cerámica de baja temperatura, influenciada o inspirada por el Raku japonés, y que en otras ocasiones hemos denominado “rakú occidental”, ciertamente ha supuesto importantes cambios en el modo de entender la cerámica en Occidente.
                                                                                                               María Jesus Sarmiento 


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