RAKÚ JAPONÉS EN ASTURIAS -Seminario del ceramista Masakazu Kusakabe-



el sensei revisa mi chawan

el sensei pintando mi chawan
chawan pintado por el sensei


 
Soy un bol de té

Solo soy un bol de té, que se usa para beber, pero el Maestro de Té me considera una parte integral de la naturaleza.

El Maestro de Té siempre busca hacer combinaciones sorprendentes conmigo.

El Maestro de Té dice: “Esto es mitate”.

Cuando el Maestro de Té me mece en sus manos soy feliz.

Cuando noto el cálido Té en mi interior me siento colmado de satisfacción.

Cuando el maestro de Té sorbe el té de mis labios es como un abrazo romántico.

Tengo una extensa familia. Mi hermano mayor es fuerte y especial.

Mi hermana pequeña es un adorable tesoro.

Quiero estar a la moda, tener el peso y las proporciones perfectas.

Los maestros de Té me encuentran atractivo porque mis labios son el umbral del mundo y tienen numerosos poderes.

Pueden contener el Té y también dejarlo verter.

El maestro de Té puede disfrutar de mi conversación con solo mover mis labios.

En mi silueta se refleja mi historia, mi melodía y mi ritmo.

El pie es la parte más importante porque todo mi peso descansa en él.

Si mi cuerpo se desplaza tengo que reequilibrar mi pie. La forma y el tamaño de mi pie están directamente relacionados con la forma y el tamaño de mi cuerpo.

Cada cuerpo y cada pie son diferentes.

Mi interior es un ligar muy acogedor. Es el recipiente donde reposa el lago que el té forma.

El recipiente debe acomodar holgadamente el gesto rápido del chasen a batir el Té y, a la vez hacer feliz a la gente que vive en la orilla del lago al contemplar su ejecución.

A medida que envejezco, el Maestro de Té me cuida. En sus manos me hago más viejo y más sabio. Mis reflejos y mi resonancia cambian y se amortiguan.

El maestro de Té conoce todos mis tesoros pero mi ilusión es compartirlo con el mundo.

Masakazu Kusakabe

1 comentario:

Marga dijo...

Precioso el texto, y precioso el chawan. Cómo habrás disfrutado! Me alegro mucho. Qué grande eres!